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Dr. Arturo Mahiques

Rehabilitación Avanzada de la rodilla

Un buen programa de ejercicio adecuado para la rodilla no requiere de un equipo costoso, específico de cada articulación, ni de ayudas de terceras personas, ni de más espacio en la oficina o en casa ni de tiempo adicional.

Las máquinas isocinéticas tienen valor para la investigación, pero en los conceptos actuales de rehabilitación tal equipo no se considera necesario. La rehabilitación con "poca tecnología" puede ser absolutamente eficaz para el tratamiento de la mayoría de las patologías de la rodilla...

Programas eficaces para problemas específicos

Estiramiento y movimiento pasivo

El desequilibrio muscular afecta la función normal de la articulación y limita su rango de movimiento. En algunos problemas de rodilla, es clave mejorar la flexibilidad de los músculos acortados o contracturados.

  • ✅ El estiramiento lento y mantenido, practicado con regularidad, es efectivo y puede iniciarse incluso justo después de la lesión.
  • ✅ La movilización suave y pasiva de la articulación (Figura 1) también debe comenzar pronto para evitar adherencias que compliquen la rehabilitación.

  • ✅ Si hay inflamación aguda (con derrame articular), se recomienda un breve período de reposo relativo y aplicación de frío (crioterapia).

Durante esta fase, se aconseja ejercitar la pierna sana: el entrenamiento vigoroso de los músculos contralaterales genera un "efecto cruzado", estimulando neurológicamente los músculos lesionados y ayudando a prevenir la atrofia.

problemas de rodilla que mejoran con estiramientos específicos:

  • Síndrome de la banda iliotibial: Lesión por sobreuso que causa dolor en la parte externa de la rodilla.

    Si la prueba de Ober es positiva (Figura 2), indica acortamiento de la banda y necesidad de estiramientos para alargarla.

  • Tendinitis rotuliana ("rodilla de saltador")
  • Enfermedad de Osgood-Schlatter (común en adolescentes)

Recomendación:

  • Estiramientos progresivos del cuádriceps.
  • Evitar temporalmente saltos y sprints.
Movilización suave
Movilización suave
Estiramientos
Estiramientos

Resistencia isotónica (cadena abierta y cerrada)

Los músculos débiles o dañados se pueden fortalecer rápidamente haciendo ejercicios isotónicos de resistencia. La resistencia puede venir de una máquina; pesas; gomas elásticas; o usando el propio peso del cuerpo. Más importante que el equipo usado es si la articulación de la rodilla está ejercitado en una posición de cadena abierta o cerrado. La rodilla es parte de una cadena cinética cerrada cuando el pie está fijo (generalmente en el suelo). La rodilla y la pierna se utilizan de este modo durante la mayoría de las actividades cotidianas y deportivas, y requiere la co-contracción de los músculos accesorios y estabilizadores. Un ejercicio de cadena abierta se hace con el pie y la pierna en movimiento libre. Ambos métodos de ejercicio de resistencia son útiles, pero uno puede ser más adecuado para ciertos problemas de la rodilla que el otro.

Los ejercicios de cadena abierta se puede iniciar precozmente, aún con una rodilla sintomática, pues no requiere de las estructuras musculoesqueléticas para llevar el peso del cuerpo. El ejercicio inicial (Figura 3) se debe hacer con una cantidad limitada de movimiento - de 30° a la extensión completa - (llamados ejercicios de “extensión terminal”). Estos ejercicios son particularmente útiles para los pacientes que tienen problemas en el tracto patelofemoral, con los síntomas descritos tradicionalmente como condromalacia rotuliana. Las roturas meniscales también se ejercitan con más seguridad cuando el cartílago dañado no está llevando el peso directamente. A medida que progresa el paciente, se puede aumentar gradualmente la resistencia de forma segura con un sencillo equipo casero hecho con gomas elásticas.

Los ejercicios de potenciación de cadena cerrada, con el pie en el suelo, se considera una forma funcional de ejercicio. Sin embargo, cuando se han lesionado los ligamentos y hay inestabilidad articular, inicialmente se debe tomar mucha precaución. Lesiones del ligamento cruzado anterior o los ligamentos colaterales internos responden bien a los ejercicios de resistencia que controlan la alineación de la articulación de la rodilla, fijando el pie al suelo. Los ejemplos incluyen sentadillas parciales (Figura 4), “lunges” y subida de escalones (step-ups), o subir escaleras (“stair-climbing”) (Figura 5). La resistencia se puede aumentar progresivamente y gradualmente con el uso de pesos en las manos o de una barra de peso. Las máquinas de presión en las piernas es otro dispositivo de ejercicio de cadena cerrada disponible en muchos gimnasios; sin embargo, esta máquina no reeduca la co-contracción de los músculos accesorios de apoyo tan completamente como lo hacen los ejercicios de soporte de carga.

Figura 5

Lunge
Lunge
Stair climbing
Subida de escalón doble
Step-ups
Step-ups

Ejercicio excéntrico

Cuando el tejido blando dañado es un tendón, la porción excéntrica del ejercicio de resistencia se ha visto que es particularmente útil. Esto exige el centrarse en la parte del estiramiento o “negativa” de un ejercicio de fuerza (el “disminuir” la carga o la goma elástica).

Para la rodilla, esto es realizado lo más fácilmente posible descendiendo una escalera o bajando de una caja (Figura 6). La contracción de los músculos del cuádriceps, como se alargan, es particularmente útil en la fortalecimiento de los tendones implicados en los problemas del aparato extensor de la rodilla, tal como tendinitis patelar y problemas del tramo patelar.

Este movimiento también contrae otros músculos, que deben asistir a los movimientos complejos requeridos de la rodilla. Específicamente, cuando el paciente baja el escalón sobre la pierna sana, mientras que controla el movimiento con el cuádriceps de la rodilla del problema. El paciente entonces vuelve hacia atrás empujando con la pierna sana.

Tres sets de 10 bajadas son provechosos cuando se realizados por lo menos una vez al día.

Propiocepción y coordinación

Para muchos atletas, es importante recuperar el control neurológico fino y preciso de la extremidad lesionada. El sistema propioceptivo proporciona retroalimentación al cerebro sobre la posición y el movimiento de las articulaciones. Las lesiones pueden afectar negativamente esta función, lo cual compromete la estabilidad y aumenta el riesgo de nuevas lesiones.

Los ejercicios de propiocepción estimulan los mecanorreceptores articulares, musculares y tendinosos, y permiten mejorar el control neuromuscular (por ejemplo, ejercicios sobre superficies inestables, apoyo unipodal, o con ojos cerrados). También son útiles los ejercicios que combinan el equilibrio con una tarea cognitiva o de reacción rápida (como atrapar un balón o responder a estímulos visuales o auditivos).

Se pueden usar dispositivos como tablas de equilibrio (rocker boards)(figura 7), BOSU, discos inflables o plataformas vibratorias para aumentar la dificultad. También se pueden emplear técnicas como el entrenamiento con láser para evaluar la alineación dinámica y corregir patrones inadecuados.

La progresión debe comenzar con ejercicios estáticos simples (como mantener el equilibrio sobre una pierna), pasando a dinámicos (como desplazamientos, saltos o cambios de dirección), y finalmente ejercicios funcionales específicos del deporte del paciente.

Rocker board frontal
Rocker board frontal
Rocker board lateral
Rocker board lateral

Ejemplos de Ejercicios Pliométricos

Los ejercicios pliométricos están diseñados para mejorar la potencia y la velocidad mediante contracciones musculares rápidas y explosivas. A continuación se describen distintos ejercicios:

Botes con las dos piernas

Este es un buen ejercicio para principiantes. Se comienza en posición de pie y se saltan ambas piernas hacia arriba, tratando de levantar las rodillas hasta el pecho. La clave es permanecer el menor tiempo posible en el suelo.

Botes con las dos piernas

Salto de longitud sin carrera

Desde posición de pie, flexionar caderas y saltar hacia adelante. Usar ambos brazos para ayudar al impulso. Realizar series de diez saltos con descansos breves.

Salto de longitud

Triple salto sin carrera

Mejora fuerza, equilibrio y coordinación. Requiere enlazar tres saltos consecutivos.

Triple salto

Saltos de vallas (frontales)

Controlando caída y alineación

Saltos frontales

Saltos de obstáculos (de lado)

Con cambios de dirección. Salta de un lado al otro del obstáculo.

Saltos de lado

Brincar

Salto de un pie al otro. Se debe aterrizar con los pies planos, manteniendo el centro de gravedad bien alineado.

Brincar

Saltos de profundidad

Desde una caja, dejarse caer y al tocar el suelo, saltar lo más alto posible. Ideal para mejorar la reacción muscular.

Saltos de profundidad

Saltos desde cajas

Usando varias cajas, realizar saltos sucesivos entre ellas. Mejora la coordinación y la fuerza explosiva.

Saltos desde cajas

Salto frontal y lateral a una caja

Consiste en subir a una caja desde el frente y desde el lateral, alternando las posiciones.

Salto frontal Salto lateral

Salto lateral de caja empujando con un pie

Con un pie en la caja, empujar hacia arriba y cambiar la posición de los pies al caer. Mejora fuerza y estabilidad lateral.

Salto lateral empujando

Saltos con aros

Pisadas controladas en secuencia

Saltos con aros

Salto cuadrangular con aros

Los saltos y movimientos a través de los aros ayudan a mejorar la coordinación y la habilidad motora.

Salto cuadrangular

Salto en cuclillas

Es un ejercicio que combina una sentadilla con un salto, fortaleciendo los músculos de las piernas y mejorando la potencia explosiva. Se realiza desde una posición de cuclillas, impulsándose hacia arriba y regresando a la posición inicial.

Salto en cuclillas

Correr con zancada lateral

Implica mover la pierna lateralmente, como un paso de baile, en lugar de hacia adelante. Este tipo de carrera puede ser útil para ejercicios de fuerza y agilidad.

Zancada lateral

Salto de Gato

Es un salto en el que se franquea un obstáculo apoyándose en él con las manos en paralelo durante el salto, para después pasar las piernas juntas y flexionadas entre el hueco que dejan los brazos en su apoyo en el obstáculo

Salto de gato

Saltos en zig-zag

Es un movimiento que implica una serie de saltos cortos y rápidos en dirección lateral, formando un patrón zig-zag

Zig-zag

Lunge con balón

Es un ejercicio que combina una zancada con el uso de un balón medicinal o de ejercicio. Se puede realizar de pie o sentado, y el balón se puede utilizar para aumentar la dificultad o para trabajar la estabilidad y equilibrio.

Lunge con balón

Empuje hacia arriba de miembros superiores

Flexión de brazos o push-up. Es un ejercicio clásico de fuerza que trabaja principalmente el pectoral, los tríceps y los deltoides, además del core como estabilizador.

Push ups pliométricos

Estos ejercicios deben integrarse en fases avanzadas del tratamiento, tras verificar la estabilidad, la fuerza y la ausencia de dolor significativo. Se recomienda supervisión directa en fases iniciales.

Entrenamiento aeróbico

Se llama ejercicio aeróbico a aquel para cuya realización se exige una demanda de oxígeno continua al cuerpo. En los ejercicios aeróbicos participan grandes masas musculares (piernas, glúteos, parte baja de la espalda), con un largo período de trabajo y a una intensidad moderada, lo que hace mantener una frecuencia cardíaca más elevada. En este tipo de ejercicios se usa el oxígeno para "quemar" grasas y azúcares (Aeróbico significa literalmente "con oxígeno", y hace referencia al uso de oxígeno en los procesos de generación de energía de los músculos).

La capacidad aeróbica es un componente valioso en la mayoría de los programas de condicionamiento del cuerpo. No obstante, el entrenamiento mediante ejercicios pliométricos, por la naturaleza estrictamente anaeróbica (sin oxígeno), utiliza el sistema de energía del fosfato de creatina, que permite acumular un máximo de energía en el músculo antes de un simple acto explosivo, empleando una potencia máxima. La recuperación debe ser completa entre cada repetición de ejercicios y entre cada tanda de repeticiones. Si no se deja que la recuperación sea suficiente, entonces la actividad puede comenzar a ser aeróbica, pero la calidad del movimiento y su explosividad seguro que sufrirán.

Alineación funcional

Muchos problemas crónicos y de sobreuso se desarrollan por desequilibrios en la alineación...

Los problemas crónicos y de sobreuso de la rodilla frecuentemente se originan por desequilibrios en la alineación funcional del aparato locomotor durante actividades dinámicas. Una alineación inadecuada (como genu valgo, pronación excesiva del pie, rotación interna de cadera o discrepancias en longitud de miembros inferiores) incrementa significativamente las cargas sobre estructuras clave como el ligamento cruzado anterior, el tendón rotuliano, el cartílago femoropatelar y la banda iliotibial.

La evidencia clínica demuestra que estos desalineamientos biomecánicos son factores predisponentes comunes para múltiples patologías: desde síndromes patelofemorales y tendinopatías hasta lesiones del LCA y procesos degenerativos articulares. El Q-ángulo aumentado y la pronación excesiva son hallazgos frecuentes que correlacionan con estas alteraciones.

El abordaje terapéutico debe integrar:

  • Reeducación postural: Enseñanza activa del eje pierna-cadera-tronco mediante ejercicios funcionales con retroalimentación visual (espejos) y táctil (bandas elásticas)
  • Fortalecimiento selectivo: Especial énfasis en estabilizadores de cadera, core y control rotacional
  • Análisis biomecánico: Evaluación minuciosa de patrones de movimiento en sentadillas, zancadas, saltos y giros, identificando compensaciones mediante observación directa y videograbación
  • Soporte ortopédico: Uso estratégico de ortesis personalizadas y alzas cuando esté indicado para corregir alteraciones estructurales

Este enfoque integral no solo alivia los síntomas presentes, sino que previene recidivas al corregir los factores mecánicos subyacentes, optimizando la distribución de cargas durante las actividades deportivas y de la vida diaria.

Mal alineación

Absorción del choque

Para los pacientes con evidencia de cambios degenerativos en la articulación femorotibial o femoropatelar, la capacidad de absorber el impacto es fundamental para reducir el dolor y prevenir un mayor deterioro. Esto incluye desde cambios biomecánicos hasta la modificación del calzado o del entorno de entrenamiento.

El uso de calzado adecuado con buena amortiguación y plantillas viscoelásticas puede ser determinante para disminuir las fuerzas de reacción del suelo. Además, se recomienda evitar superficies duras (cemento, baldosas) y preferir aquellas que permitan cierta absorción, como goma o madera flotante.

Desde el punto de vista muscular, es importante fortalecer los grupos que participan activamente en la amortiguación del choque, especialmente cuádriceps, glúteos y tríceps sural. También deben entrenarse patrones de movimiento correctos al correr, saltar o aterrizar, con énfasis en la flexión adecuada de rodilla y cadera y en el control excéntrico del movimiento.

Ejercicios como sentadillas con caída controlada, descensos desde plataformas, o trabajos con bandas elásticas pueden contribuir a mejorar la absorción dinámica del impacto en actividades funcionales y deportivas.

Plantillas amortiguadoras

Detección temprana y cuidado

La instauración de un programa apropiado y progresivo de rehabilitación es fundamental para evitar recaídas o la cronificación de las lesiones de rodilla. Es crucial reconocer de manera temprana signos de sobrecarga, fatiga muscular, desequilibrios funcionales o mala ejecución técnica (como compensaciones de cadera o pie).

El seguimiento continuo del paciente debe incluir la reevaluación funcional periódica, el análisis de su desempeño en actividades físicas cotidianas y deportivas, así como el ajuste individualizado del plan terapéutico (figura 8). En fases avanzadas, se puede recomendar el uso de aplicaciones o diarios de ejercicio que registren el progreso y fomenten la adherencia.

También es importante educar al paciente en el autocuidado, incluyendo estrategias como:

  • Uso adecuado de frío o calor tras el ejercicio.
  • Reconocimiento de signos de alarma (inflamación persistente, dolor nocturno, inestabilidad).
  • Aplicación de ejercicios de bajo impacto en días de fatiga.
  • Descanso planificado y estrategias de recuperación activa.

La colaboración entre fisioterapeutas, médicos, entrenadores y el propio paciente resulta esencial para garantizar una recuperación completa y sostenible en el tiempo.

Ejercicio en casa
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