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Dr. Arturo Mahiques

Los síndromes dolorosos lumbares y de la columna vertebral engloban un conjunto de condiciones clínicas que provocan dolor en la región lumbar y otras áreas de la columna. La región lumbar, en particular, es especialmente vulnerable debido a su función clave en el soporte del peso corporal y en la movilidad de la columna. Estos síndromes pueden clasificarse según las características del dolor, su duración y su origen, lo que permite un enfoque más práctico para el diagnóstico y tratamiento.

La región lumbar soporta la mayor parte de la carga mecánica durante actividades cotidianas como caminar, levantar peso o estar sentado. Además, es una zona con alto grado de movilidad, lo que la hace susceptible a lesiones musculoesqueléticas, degenerativas o incluso neurológicas; de ahí su frecuencia.

Mecanismo del Dolor Lumbar

El dolor lumbar no siempre se debe a alteraciones estructurales como hernias discales o escoliosis. Es un proceso neurológico que implica:

  • Activación de nervios nociceptivos.
  • Contractura muscular refleja.
  • Inflamación local.
  • Posible compresión de raíces nerviosas.

Clasificación del Dolor Lumbar

El dolor lumbar puede clasificarse en dos grandes grupos según sus características:

  • Dolor lumbar mecánico: Relacionado con la movilización, mejora con el reposo y no suele presentar dolor nocturno espontáneo. Puede deberse a:
    • Degeneración del disco intervertebral y articulaciones facetarias.
    • Dolor discogénico con o sin síntomas radiculares.
    • Radiculopatía por roce de estructuras.
    • Fracturas vertebrales.
    • Espondilosis con o sin estenosis del canal espinal.
    • Inestabilidad vertebral con o sin hipermovilidad radiográfica.
  • Dolor lumbar no mecánico: No cede con el reposo, puede alterar el sueño y puede estar relacionado con:
    • Síndromes neurológicos: mielopatías, plexopatías lumbosacras, polineuropatías, mononeuropatías y miopatías.
    • Enfermedades sistémicas: neoplasias, infecciones discales o óseas, espondiloartropatías inflamatorias, osteoporosis, trastornos vasculares.
    • Dolor referido: patologías gastrointestinales, cardiorrespiratorias, genitourinarias o musculoesqueléticas.

Además, el dolor lumbar puede clasificarse según su duración en:

  • Agudo (menos de 6 semanas)
  • Subagudo (6 a 12 semanas)
  • Crónico (más de 12 semanas)

Epidemiología

El dolor lumbar es una de las afecciones más comunes a nivel mundial, con una prevalencia estimada del 80% en algún momento de la vida. Es más frecuente en países con mayores ingresos per cápita y en personas de mediana edad. Aunque no está asociado con mortalidad, su morbilidad es significativa, afectando la productividad y generando altos costos sociales.

Principales Síndromes Dolorosos Lumbares

  • Lumbalgia (Dolor lumbar inespecífico):
    • Es la causa más común de dolor lumbar.
    • No tiene una causa específica identificable.
    • Relacionado con factores como mala postura, sobreesfuerzo, estrés o sedentarismo.
    • El dolor suele ser mecánico (aumenta con el movimiento y mejora con el reposo).
  • Hernia discal lumbar:
    • El núcleo pulposo se desplaza y comprime raíces nerviosas.
    • Puede causar dolor localizado o irradiado (ciática).
    • Síntomas: debilidad muscular, hormigueo o entumecimiento en extremidades.
  • Ciática:
    • Dolor a lo largo del nervio ciático, desde la espalda baja hasta la pierna.
    • Causada por compresión radicular (hernia, estenosis).
    • Dolor agudo, punzante o quemante.
  • Estenosis espinal lumbar:
    • Estrechamiento del canal espinal, común en mayores.
    • Síntomas: dolor, debilidad en piernas y claudicación neurogénica.
  • Espondilolistesis:
    • Deslizamiento de una vértebra sobre otra.
    • Congénita o adquirida (trauma, degeneración).
    • Puede causar dolor y compresión nerviosa.
  • Síndrome facetario:
    • Dolor por degeneración de las articulaciones facetarias.
    • Empeora con la extensión de la columna.
  • Fibromialgia:
    • Dolor crónico que puede afectar región lumbar.
    • Asociado a sensibilidad generalizada y puntos gatillo.
  • Dolor lumbar inflamatorio:
    • Relacionado con espondilitis anquilosante o artritis reumatoide.
    • Empeora con el reposo, mejora con el movimiento.
  • Fracturas vertebrales:
    • Debidas a trauma u osteoporosis.
    • Dolor agudo, localizado, con posible irradiación.
  • Síndrome piriforme:
    • Compresión del nervio ciático por el músculo piriforme.
    • Dolor glúteo irradiado a la pierna.

Diagnóstico

El diagnóstico de los síndromes dolorosos lumbares combina la historia clínica, la exploración física y pruebas complementarias como:

  • Radiografía: útil para detectar fracturas o problemas de alineación.
  • Resonancia magnética: ideal para evaluar discos, nervios y tejidos blandos.
  • Tomografía computarizada: recomendada en fracturas complejas.
  • Electromiografía: evalúa daño nervioso en casos de ciática.

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir:

  • Fase aguda: reposo relativo, analgésicos, aplicación de frío/calor y movilización suave.
  • Fase subaguda/crónica: ejercicio terapéutico, fisioterapia, reeducación postural y, en casos seleccionados, infiltraciones o cirugía.

Prevención

  • Ejercicio regular para fortalecer la musculatura del core y la espalda.
  • Evitar el sedentarismo y el sobrepeso.
  • Mantener una ergonomía adecuada en las actividades diarias.
  • Manejo del estrés.

Conclusión

Los síndromes dolorosos lumbares y de la columna son muy frecuentes y requieren un enfoque multidisciplinar para su tratamiento y prevención. Un abordaje individualizado, junto con la adopción de hábitos saludables, es clave para mejorar la calidad de vida y evitar la cronificación del dolor. La identificación temprana de los factores físicos y no físicos que contribuyen al dolor lumbar es esencial para un manejo efectivo.