Tedinitis poplítea
Anatomía
El músculo poplíteo está situado en la parte posterior de la rodilla, debajo del gemelo externo. Es un músculo pequeño, corto, aplanado y triangular. Está compuesto de una parte muscular y otra tendinosa.
La parte muscular del poplíteo se origina en la diáfisis de la tibia en el lado posteromedial, a nivel del labio superior de la línea oblicua y cara posterior de la tibia, por encima de la línea oblicua del sóleo. En el extremo opuesto el tendón se inserta en la parte inferior externa del fémur, el epicóndilo femoral lateral (en la fosa poplítea) y pasa por debajo del ligamento lateral externo que también se inserta en el cóndilo femoral lateral. Posee una bolsa serosa que se suele comunicar con la sinovial de la rodilla formando el llamado receso subpoplíteo.
Está inervado por el nervio ciático poplíteo interno y tibial posterior (L5).
Si nos fijamos en la ilustración se puede ver que el músculo / tendón se une con el ligamento popliteofibular, en una especie de "Y". El ligamento se origina en la cabeza del hueso peroné, y el extremo opuesto se fusiona con el tendón del músculo poplíteo, ya que se inserta en el epicóndilo lateral del fémur. Como se puede ver, los músculos, tendones y ligamentos están íntimamente relacionados entre sí.


El ligamento popliteoperoneo desempeña un papel pasivo directo en el fortalecimiento de esta región de la rodilla, pero el músculo también desempeña un papel activo en la estabilización lateral de la rodilla, impidiendo el desplazamiento en varo y también tiene un papel específico activo de desbloquear la rodilla, cuando una persona está de pie con la rodilla bloqueada. Cuando una persona está de pie relajado y con las rodillas rectas, las rodillas no ceden porque están bloqueadas en extensión [explicar esto un poco más]. Cuando el músculo poplíteo se contrae, puede liberar el bloqueo y permitir el movimiento normal de nuevo de la rodilla.
El poplíteo también tiene algunos otros elementos más sutiles. El músculo poplíteo está vinculado al menisco lateral. Diminutas hojas fibrosas (o fascículos) llegan efectivamente a partir del tendón poplíteo para insertarse en la parte posterior del menisco lateral, y desempeñar un papel en la estabilización del movimiento del menisco externo.
Esta relación íntima del tendón del músculo poplíteo al menisco lateral permite que el tendón del músculo poplíteo tenga que de hecho penetrar a través de la cápsula en la parte posterior para entrar dentro de la articulación de la rodilla. Durante la cirugía artroscópica el tendón se puede ver en el interior de la cavidad articular en su ruta, detrás del menisco lateral a medida que pasa hacia arriba para unirse al cóndilo.
El músculo poplíteo actúa como flexor y rotador de la pierna, y junto con el ligamento poplíteo limita el desplazamiento anterior del fémur junto con el ligamento cruzado anterior. Cuando la pierna está apoyada en el suelo, este músculo interviene como iniciador de la rotación, rotando lateralmente el fémur. También desempeña un papel importante en la dinámica de la rodilla, moviendo hacia atrás el menisco externo.

El tendón poplíteo evita las torsiones hacia fuera de la mitad inferior de la pierna durante la carrera. La carrera en descenso de pendientes y la excesiva rotación del pie hacia dentro (pronación) tienden a aumentar el desplazamiento femoral anterior y la tensión sobre el tendón poplíteo, creando en ocasiones dolor e incluso provocar desgarro.

Etiopatogenia
La potencia entre los músculos extensores y flexores de la rodilla tiene que estar equilibrada. Si la fuerza de los flexores no es de al menos un 70% de la fuerza existente en los extensores de la rodilla se produce una descompensación y en estos casos es más fácil provocarse lesiones.

La hiperpronación o excesiva carrera cuesta abajo son factores favorecedores en la aparición de la tendinitis poplítea, ya que tienden a aumentar el desplazamiento femoral anterior y la tensión sobre el tendón poplíteo.
El tendón poplíteo se inflama y duele debido al uso excesivo. El tendón poplíteo entra en contacto inmediato con la cápsula articular, una serie de ligamentos y tendones, y los huesos de la rodilla. Con cada movimiento de la rodilla, el tendón poplíteo se desliza más allá de estas partes, que pueden irritar el tendón. La irritación crónica conduce a la inflamación del tendón y las estructuras circundantes, con el desarrollo gradual de la tendinitis poplítea. Las lesiones por uso excesivo del tendón poplíteo se producen cuando se repite una actividad en particular (por lo general correr, saltar o de alto impacto) hasta que haya microlesiones de los tejidos que componen la sustancia del tendón. Esto provoca la aparición de hinchazón, inflamación y dolor.
Síntomas Principales
- Dolor localizado:
- En la parte posterior y externa de la rodilla, justo debajo del pliegue de la articulación.
- Puede irradiarse hacia la pantorrilla o la parte lateral de la rodilla.
- Dolor al realizar movimientos específicos:
- Al bajar escaleras o cuestas.
- Al correr en descenso o sobre superficies irregulares.
- Al rotar la pierna hacia adentro (por ejemplo, al girar el cuerpo con el pie apoyado).
- Al ponerse en cuclillas o flexionar la rodilla bajo carga.
- Rigidez e inflamación:
- Rigidez matutina o después de reposo.
- Inflamación leve en la zona posterior de la rodilla (no siempre presente).
- Sensibilidad al tacto:
- Dolor al presionar el tendón detrás del cóndilo femoral lateral (hueso externo del fémur).
Exploración Física
El médico realizará estas pruebas:
- Palpación directa del tendón:
- Localización: 1 cm distal y anterior al cóndilo femoral lateral (junto al tendón del bíceps femoral).
- Signo positivo: Dolor selectivo + posible crepitación.
- Prueba de resistencia:
- Test de Garrick (Gold estándar clínico):
- Posición: Paciente en decúbito prono (boca abajo), con la rodilla flexionada a 90°.
- Maniobra:
- El examinador estabiliza el muslo del paciente con una mano.
- El paciente realiza una rotación interna del tobillo, llevando la punta del pie hacia la línea media del cuerpo.
- El examinador aplica una fuerza de resistencia sobre el borde interno del pie.
- Resultado positivo: Dolor agudo en la región posterolateral de la rodilla (zona del tendón poplíteo).
- Precisión diagnóstica: Sensibilidad del 92% y especificidad del 88% (Reece et al., 2019).
- Test de Garrick (Gold estándar clínico):
- Rotación interna resistida en sedestación:
- Posición: Paciente sentado (sedestación) con la rodilla flexionada a 90°.
- Maniobra: Se solicita al paciente que gire activamente el pie hacia adentro (rotación interna de la tibia), mientras el explorador aplica resistencia en el borde interno del pie.
- Resultado positivo: Dolor en la cara posterolateral de la rodilla indica posible afectación del tendón poplíteo.
- Diferencia clave: Activa el poplíteo y el bíceps femoral, por lo que es una prueba útil pero menos específica que el test de Garrick.
- Prueba de estiramiento:
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Estiramiento del poplíteo:
- Descripción: Técnica útil para evaluar flexibilidad y detectar molestias o acortamientos del músculo poplíteo, implicado en la rotación interna de la pierna y la flexión de rodilla.
- Posición del paciente: Decúbito supino (boca arriba) o sentado, con la pierna estirada.
- Maniobra: Se realiza una extensión completa de la rodilla mientras se rota externamente el tobillo (el pie gira hacia fuera).
- Signo positivo: Dolor en la región posterolateral de la rodilla o tensión marcada indica irritación o sobrecarga del tendón poplíteo.
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Estiramiento del poplíteo:
- Evaluación de la marcha:
- Observar si hay cojera o evasión de apoyo al bajar escalones.
- Examen de estabilidad:
- Para descartar lesiones asociadas (ej. esguince de LCA o meniscales).
Diagnóstico
- Historia clínica:
- Actividades deportivas (corredores, ciclistas, futbolistas) o laborales (ej. arrodillarse frecuentemente).
- Antecedentes de traumatismo o cambios recientes en la intensidad del ejercicio.
- Imagenología:
- Ecografía musculoesquelética: Detecta inflamación del tendón, engrosamiento o líquido alrededor.
- Resonancia Magnética (RM): Confirma la tendinitis, descarta roturas parciales, lesiones meniscales o quistes de Baker.
- Radiografía: Para excluir problemas óseos (ej. artrosis, fracturas).
- Diagnóstico diferencial:
- Quiste de Baker: Inflamación en hueco poplíteo.
- Lesión del menisco lateral.
- Tendinitis del bíceps femoral (dolor lateral similar).
- Artritis de rodilla.
Claves Importantes
- El poplíteo actúa como estabilizador de la rodilla durante la flexión y la rotación.
- Es común en deportes con impacto repetitivo en flexión de rodilla (ej. trail running, fútbol).
- Diagnóstico temprano: Evita complicaciones como roturas tendinosas o síndromes de dolor crónico.
Tratamiento
El tratamiento empieza por evitar la actividad agravante. Si la zona no está muy inflamada, puede ser posible relajar el músculo y la fascia adyacente. Alternar el hielo y el calor, como se describe para otras lesiones por uso excesivo, puede ayudar a aumentar el flujo de sangre y quitar el exceso de líquidos inflamatorios. El hielo provoca una vasoconstricción, lo cual ayuda a disminuir la inflamación. Introducir hielo picado en una bolsa plástica y envolverlo en una toalla y aplicar sobre la zona inflamada durante 15-20 minutos teniendo en cuenta evitar la producción de quemaduras y lesiones del nervio ciático poplíteo externo que pasa por la cabeza del peroné, por el frío.
La tendinitis del poplíteo ocurre por una excesiva pronación o por correr cuesta abajo, por lo tanto se recomienda el uso una cuña varizante en el calzado (cuña de forma triangular que se coloca en la mitad medial del espacio entre el talón y el cuerpo del calzado) o una ortesis para limitar la pronación. Se debe evitar el ejercicio en carrera hasta que se pueda realizar sin dolor, evitando el descenso de pendientes durante algunas semanas más.
También son útiles los masajes para estirar el tejido y atraer calor a la lesión para aumentar la circulación de la sangre.
El ultrasonido para aumentar el flujo de sangre hacia el área afectada, ayuda a que la tendinitis mejore con más rapidez.
Las plantillas para el calzado, especialmente una cuña triangular colocada a nivel de la parte interna del talón (cuña en varo), ayudan a mantener el pie a salvo de rotaciones hacia dentro.
En los casos refractarios se puede beneficiar de una infiltración local con esteroides.
Ejercicios de estiramiento de los músculos poplíteos
La rehabilitación se inicia con ejercicios de estiramiento. Los estiramientos relajan los músculos, especialmente los de la corva, ubicados en la parte posterior del muslo. El estiramiento también disminuye el estrés sobre el tendón poplíteo.
Para estirar el músculo poplíteo, que es un músculo que ayuda a flexionar la rodilla rotando la pierna hacia dentro, hay que ponerse con la pierna estirada y el pie rotado hacia fuera y mantener el estiramiento hasta 20 segundos.
Se debe evitar ponerse en cuclillas o sentarse sobre las piernas cruzadas, pues estas posturas dañan el tendón poplíteo.
Rehabilitación funcional del músculo poplíteo 🦵💪
La rehabilitación del poplíteo busca restaurar la funcionalidad, fuerza y flexibilidad del músculo, crucial en la estabilidad posterolateral de la rodilla y los movimientos de flexión y rotación interna de la pierna. A continuación, se describen ejercicios progresivos para su recuperación:
1. Activación isométrica del poplíteo
Objetivo: Despertar y localizar la contracción muscular.
Ejercicio: Sentado con la rodilla flexionada a 90°, gira ligeramente el pie hacia adentro (rotación interna tibial) mientras aplicas una leve resistencia con una banda elástica o la otra mano.

2. Estiramiento específico del poplíteo
Objetivo: Eliminar rigidez y mejorar la movilidad posterior de la rodilla.
Ejercicio: En posición de sentado, estira la rodilla completamente mientras rotas externamente el tobillo. Debes sentir una ligera tensión en la parte posterior y lateral de la rodilla.

3. Fortalecimiento excéntrico
Objetivo: Aumentar resistencia del músculo durante su alargamiento, previniendo recaídas.
Ejercicio: Coloca una banda elástica sujeta por delante del tobillo. Desde posición de pie con rodilla ligeramente flexionada, haz rotación interna contra la resistencia, controlando el regreso lentamente.

4. Ejercicio funcional: puente con rotación tibial
Objetivo: Integrar el poplíteo en patrones de movimiento más globales.
Ejercicio: Tumbado boca arriba con rodillas flexionadas, realiza un puente elevando la pelvis y, en la posición alta, gira el pie hacia dentro (rotación interna tibial).

5. Marcha con control rotacional
Objetivo: Reentrenar la marcha con activación selectiva del poplíteo.
Ejercicio: Caminar de forma lenta y consciente, realizando rotación interna controlada de la pierna al apoyar el pie, manteniendo alineación de rodilla y pelvis.

Ejercicios de fortalecimiento de los músculos poplíteos
Los ejercicios de potenciación deben iniciarse una vez superada la fase aguda de la tendinitis. Es fundamental avanzar de forma progresiva, aumentando gradualmente la carga sobre la pierna afectada y evitando cualquier tipo de dolor durante la ejecución.
1️⃣ Flexión de rodilla en decúbito prono
En la pierna afectada, poner un lastre tipo tobillera de unos 2 kg, tumbarse boca abajo en el suelo y realizar flexiones de la pierna hacia el glúteo de forma suave y lenta, sin movimientos bruscos.
- Comenzar sin peso (sin lastre) para calentar la zona.
- Añadir una tobillera de 2 kg si no hay molestias.
- Realizar 2 series de 12 repeticiones, con control del movimiento.
2️⃣ Flexión de rodilla de pie
A la semana se puede realizar el mismo ejercicio pero de pie, flexionando la pierna hacia el glúteo con una carga igual a la utilizada anteriormente.
- Empezar sin peso para calentar.
- Aplicar la misma tobillera de 2 kg si hay buena tolerancia.
- Realizar 2 series de 12 repeticiones.
🚴 Actividad complementaria: ciclismo
El ciclismo de baja intensidad es una excelente alternativa durante el período de curación, ya que permite mantener el tono muscular sin impacto directo sobre la zona afectada.
Recomendación adicional
Se puede combinar esta recuperación con rodajes suaves al 50% de intensidad y con una duración no mayor de 30 minutos.
Conclusiones
- La tendinitis del poplíteo es una causa poco frecuente pero importante de dolor en la parte posterior y externa de la rodilla, especialmente en deportistas que practican carrera en descenso, trail running o movimientos repetitivos con flexión de rodilla.
- El diagnóstico se basa fundamentalmente en la historia clínica y la exploración física, siendo clave la palpación del tendón y pruebas específicas como el Test de Garrick.
- El diagnóstico precoz y la identificación de factores biomecánicos (como la pronación excesiva o mal apoyo) permiten prevenir la cronificación de la lesión y sus complicaciones.
- El tratamiento debe ser conservador en la mayoría de los casos: reposo relativo, fisioterapia, corrección de la pisada, estiramientos suaves y progresiva readaptación funcional.
- En casos persistentes o refractarios puede requerirse infiltración con corticoides o valoración por imagen avanzada