Tendinitis de D'Quervain
Etiología
En muchos de los casos existe un antecedente laboral, especialmente en profesiones donde se realiza un movimiento repetitivo de desviación radio-cubital (como al golpear con un martillo) o que implican apretar objetos con el pulgar mientras se mueve la muñeca.
También se denomina "esguinces de las lavanderas" debido al antiguo gesto de golpear la ropa con una maza. Es frecuente su asociación con madres de niños lactantes.
El traumatismo, ya sea único o repetitivo, es un factor importante. Por ello, esta patología suele observarse en personas jóvenes que usan de manera constante la mano, especialmente en movimientos de pinza entre el pulgar y los otros dedos.
En esta zona pueden existir tendones supernumerarios (3 o incluso 4), lo que favorece el rozamiento y la aparición de esta lesión.
Clínica
El inicio es progresivo, con dolor localizado en la estiloides radial. Se trata de un dolor sordo, de irradiación difusa al pulgar e incluso al codo, que puede intensificarse hasta volverse constante e incapacitante.
Al realizar una flexión cubital con el pulgar recogido dentro de la palma se desencadena un dolor muy agudo, conocido como signo de Finkelstein, considerado patognomónico.
También es característico el signo de la tetera, en el cual el paciente no puede sostener un objeto como una tetera sin dolor intenso.
En la zona de la vaina puede haber una tumoración dura, difícil de detectar si no se compara con el miembro sano, y que produce dolor a la presión.
El estudio radiográfico no muestra hallazgos relevantes. La resonancia magnética puede revelar líquido en la vaina tendinosa, aunque no es imprescindible.
Diagnóstico Diferencial
Incluye:
- Estiloiditis radial
- Rizartrosis
- Tendinitis del extensor común
- Fractura de escafoides
- Tendinitis de la intersección
La exploración clínica cuidadosa y el enfoque en el punto de máximo dolor son clave para el diagnóstico correcto.
Tratamiento
- Reposo y protección con muñequera
- Interrupción temporal de las actividades desencadenantes
- Calor local y antiinflamatorios en etapas iniciales
Las infiltraciones con corticoides son eficaces, pero deben aplicarse con precaución. La infiltración debe realizarse entre la vaina y el tendón para evitar:
- Atrofia grasa o hipopigmentación si se infiltra en tejido subcutáneo
- Rotura del tendón si se infiltra dentro del mismo
Se debe evitar la repetición excesiva de estas infiltraciones.
También puede usarse electroterapia a nivel de la estiloides radial.
Cirugía
Si el cuadro es agudo, doloroso y no responde al tratamiento médico, puede recomendarse una intervención quirúrgica. Esta consiste en una incisión localizada para resecar la vaina tendinosa y liberar los tendones.
El pronóstico quirúrgico es excelente, ya que los tendones discurren por un canal óseo que permite su movilidad sin fricción excesiva.


Durante la intervención debe tenerse especial cuidado de no lesionar la rama sensitiva del nervio radial, ya que su daño puede producir una disestesia intensa y de difícil tratamiento.