Vertebroplastia y Cifoplastia
Las fracturas vertebrales por compresión son mucho más frecuentes que
las fracturas de cadera y muñeca juntas, sin embargo no se le da la misma
importancia. Los pacientes con fractura de cadera que padecen una fractura
vertebral por compresión aumenta, a medio plazo la morbilidad y mortalidad
respecto a los que no lo asocian, con una supervivencia peor de la esperada.
Los resultados con el tratamiento conservador seguido hasta la actualidad con
reposo analgésicos, no han producido resultados satisfactorios sobre el todo
en cuanto al dolor y la deformidad residual. El tratamiento quirúrgico sólo ésta
indicando en aquellos casos en que el colapso es lo suficientemente
importante como para comprimir elementos neurales. En estos pacientes del
tratamiento puede dar resultados si bien las complicaciones son mayores y
técnicamente es más difícil debido a la osteoporosis.
Estas técnicas se han mostrado eficaces como alternativa al fracaso del
tratamiento conservador. La mayoría de publicaciones muestran entre 90 a 95%
de mejoría significativa del dolor en fracturas por compresión osteoporótica,
mientras que el porcentaje de disminución de un dolor en lesiones tumorales se
sitúa entre 50% y 75.
Los beneficios funcionales, sin embargo son mucho más destacables, ya que
algunos que necesitaban estar ingresados en hospitales, tras la intervención han
podido abandonar lo y cubrir sus necesidades básicas sin necesidad de ayuda e
incluso en muchos casos han vuelto a actividades sociales, como pasear conducir
o ir de compra.
La cifoplastia consiste en un abordaje percutáneo bajo control del
amplificador de imagen. A través del pedículo se introduce una vía. A
continuación se inserta un balón hinchable, que se llena de contraste para
comprobar la elevación de los platillos vertebrales y la corrección de la
cifosis. Posteriormente se deshinchan los balones y se retiran. La cavidad
remanente se rellena de polimetilmetacrilato para estabilizarse la reducción
de la cifosis obtenida. Liebermann et al. han revisado 70 cifoplastia en
treinta pacientes sin complicaciones mayores.
Las contraindicaciones de esta técnica incluyen la factura aguda en
pacientes menores de 40 años, las fracturas por estallido con afectación del
muro posterior, las metástasis de tumores sólidos, las enfermedades con
alteración de la coagulación y las situaciones que suponen una especial
dificultad técnica como la vértebra plana.
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