Metatarso aducto o varo

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Definición

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Etiología

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Frecuencia

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Exploración clínica

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Tipos

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Estudio radiográfico

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Tratamiento

Definición

El antepié se desvía en dirección medial en el plano transversal, con un cierto grado de posición en varo en el plano frontal (los metatarsianos están en aducción y además tienen un cierto grado de inversión y una ligera supinación). La planta del pie tiene forma de riñón con un pliegue plantar medial. El dedo gordo  está desviado hacia adentro, pero el antepié no está realmente deformado. El talón es normal, quizás con un cierto valgo y nunca está en equino. Esta negatividad es esencial para diferenciarla del pie zambo equinovaro.

Etiología

Esta deformidad se debe a la posición del pie y la tibia del feto en el interior del útero, aunque algunos han especulado que es el resultado de un desequilibrio muscular, condicionado por factores genéticos. En la mitad de los casos se observa una deformidad bilateral.

Frecuencia

El metatarso aducto es una deformidad frecuente del pie que aparece en uno de cada 1.000 nacidos vivos. La mitad de los niños afectados presentan una deformidad bilateral. En general, la curación espontánea de la deformidad ocurre entre un 85% y un 90% de los casos. Esto conlleva a que un 10% o un 15% de la totalidad de los enfermos presenten una deformidad residual significativa si no se realiza un tratamiento adecuado.

Exploración clínica

La apariencia clínica del pie es la de una C de borde lateral, que hace prominencia a nivel de la base del quinto metatarsiano.

En condiciones normales, la bisectriz del calcáneo pasa entre el segundo y el tercer dedos. En la exploración clínica, la línea bisectriz del calcáneo pasa a través del tercer dedo cuando la deformidad es leve, entre el tercero y el cuarto cuando la deformidad es moderada, y entre el cuarto y el quinto cuando la deformidad es grave.

Debe valorarse la flexibilidad del antepié, haciendo constar si es posible, la corrección completa de la deformidad tras aplicar una fuerza en abducción, utilizando la base del quinto metatarsiano como fulcro. La flexibilidad del pie se determina aduciendo el antepié contra un punto de apoyo localizado en la base del quinto metatarsiano.

La existencia de un pliegue medial profundo sugiere la presencia de a deformidad moderada, y que requiere algún tipo de tratamiento.

Entre otras deformidades asociadas se encuentra la displasia del desarrollo de la cadera. Es obligatorio buscarla ante todo pie con metatarso aducto.

Esta deformidad se diferencia del pie zambo fundamentalmente en que no existe una desviación en equinovaro del retropié que impida la dorsiflexión completa.

Tipos

El metatarso aducto se ha dividido en cuatro tipos sobre la base la relación de los alineamientos del antepié, mediopié y retropié (Figura). Estos tipos son:

  1. metatarso aducto simple;

  2. metatarso aducto complejo con deformidad lateral del mediopié;

  3. «pie en serpentina», en el que el metatarso aducto se asocia a una deformidad en valgo del retropié, y

  4. «deformidad en serpentina» compleja, en la que el metatarso adducto y el retropié en valgo se asocian a una deformidad lateral del mediopié. La facilidad para corregir estas deformidades varían en cada caso

 

 

 

Estudio radiográfico

No se necesitan radiografías de forma rutinaria para valorar el metatarso aducto; sin embargo, las radiografías están indicadas para valorar la alineación ósea de los pies que han requerido una corrección mediante yesos o en niños mayores que tienen una deformidad rígida. Además, es necesario efectuar radiografías en el pie aducto con un primer metatarsiano corto para descartar la presencia de una malformación congénita como la «epífisis en paréntesis».

Tratamiento

Los criterios habituales que justifican el tratamiento son dos:
  • una deformidad anormal del pie con un pliegue cutáneo marcado en la cara medial, y
  • la existencia de una rigidez suficiente que impida la hipercorrección por manipulación. La rigidez es un factor poco fiable en la predicción de la resolución espontánea de la deformidad. La corrección más efectiva del pie debe empezar a intentarse durante los primeros 8 meses de vida.
La familia debe estar implicada. Evitar hipertratamientos que pueden conducir a yatrogenia, en una enfermedad benigna. El metatarso aducto corregible de forma pasiva se resuelve espontáneamente en un 85 % de los casos. En la mayoría de los niños con una deformidad rígida o moderada, ésta se puede corregir mediante manipulaciones y yesos seriados durante unas tres semanas en los casos más benignos y hasta en siete semanas en los casos más complejos. Los niños que necesitan este tipo de yesos pueden requerir zapatos de horma recta o invertida durante bastantes meses después del enyesado. Normalmente el inicio del tratamiento depende de: la valoración clínica del grado de flexibilidad y a menudo del nivel de ansiedad de los padres. En líneas generales se empieza por un tratamiento ortopédico,  pero hay que tener en cuenta unas consideraciones:
  • Tener siempre presente que  los cartílagos son mas blandos que los ligamentos retraídos.
  • Diferenciar los metatarsos varos reductibles de l metatarsos varos rigidos..
  • No forzar la reducción. Dejarse llevar por la reductibilidad.
  • Empezar a tratarlos, si es posible antes de cumplir el primer año.
Los pasos a seguir son los siguientes:
  • Si la deformidad se corrige pasivamente no se requerirá la actuación del médico. Puede enseñarse a los padres ejercicios de estiramiento para elongar las estructuras capsulares y recomendar el uso de zapatos de horma recta. Las manipulaciones consisten en sujetar el retropié del niño con una mano, y con la otra mano se realizan movimientos de abducción del antepié. Evitar que el niño duerma boca abajo ya que favorece el agravamiento de la enfermedad. Con este tratamiento se corrigen el 80-85% de los casos. en algunos casos pueden requerir calzado con muelle externo. Mantener este tratamiento hasta los 6 meses.
  • Cuando los pies son más rígidos o en aquellos casos que no responden al tratamiento anterior, pueden utilizarse yesos, férulas nocturnas o calzado antivaro. En ocasiones se utiliza la barra de Denis Browne para tratamiento de algún metatarso aducto, especialmente cuando se acompaña de torsión tibial interna, aunque la incidencia de pie plano aumenta. Aunque algunos pies pueden responder a un solo yeso, normalmente se necesita una serie de 2 ó 3, que se cambian quincenalmente. No parece existir diferencias entre los yesos cortos o los yesos colocados por encima de la rodilla. Bleck apreció que los resultados del tratamiento con yeso fueron significativamente mejores cuando éste se inició antes de los 8 meses de edad. Después de los yesos el pie puede ser controlado con el uso de zapatos de horma recta o de horma invertida. Como alternativa, los yesos pueden ser sustituidos por férulas ortésicas. En el caso de que haya rigidez importante puede asociarse al yeso, una sección del tendón del aductor del primer dedo. El tratamiento con yeso es más dificil despues del primer año y es inutil a partir de los 2 años.
A menudo se observa una discreta recidiva de la deformidad en niños que han tenido tratamiento con zapatos especiales, férulas o yesos; sin embargo, tiende a resolverse progresivamente entre los 2 y 4 años. Si la deformidad persiste se producirá una marcha con los pies hacia adentro y si la adducción es pronunciada el pie puede tener problemas para adaptarse al zapato. La indicación quirúrgica del meta tarso adducto es extremadamente rara, pero debe ser realizado cuando el tratamiento conservador fracasa. Los factores de riesgo para el fracaso del tratamiento conservador en el niño joven incluyen el pliegue medial cutáneo profundo y un primer metatarsiano corto y ancho. Los resultados a largo plazo después del tratamiento en pacientes con una deformidad residual leve o moderada son buenos. El tratamiento quirúrgico está indicado en niños de 5 o más años de edad con un metatarso aducto residual sin­tomático grave. La deformidad se puede tratar mediante osteotomías metatarsianas. En el niño de entre 1 y 3 años de edad, las liberaciones de partes blandas pueden ser útiles, pero las osteotomías metatarsianas parecen dar mejores resultados en la corrección de la deformidad, tienen mayor potencial de remodelación y producen menor rigidez del pie en el postoperatorio.